miércoles, 30 de octubre de 2013

Los 3 hechizos de Aretuza.

Los 3 hechizos de Aretuza.

Esta historia tiene lugar en Yiyiville un pequeño pueblecito alejado del mundo, ya que se hallaba detrás de unas grandes montañas. Nadie en Yiyiville era rico pero con mucho esfuerzo, dedicación y perseverancia tenían una buena vida sin preocupaciones y si lujos por supuesto. En conclusión eran muy felices, eso no le gustaba a Aretuza, ella era una bruja k vivía en las montañas y tenía la fama de ser muy mala, no por sus terribles hechizos, sino porque todo le salía mal, así que decidió utilizar la poca magia que le quedaba para destruir Yiyiville, la magia que le quedaba solo le alcanzaba para 3 hechizos, entonces lanzo el primero.
¨Dolor y hambre, y ya que nunca tuve amigas que las vacas de Yiyiville huyan a la deriva¨, así fue todas las vacas de Yiyiville que prácticamente eran la base de su sustento huyeron, pero los Yiyivilianos no se quedaron a llorar sobre la leche derramada, no no no,... ellos salieron a su búsqueda después de 3 días regresaron con las vacas, cerdos, ovejas, caballos y muy buenas noticias. Como pueden ver Aretuza solo logro traer más alegrías y pequeños lujos a los yiyivilianos.
Aretuza estaba muy molesta que inmediatamente lanzo su segundo hechizo¨ Juramentos en vano, y como hoy no me lave los dientes que Yiyiville en cinco años no tenga descendientes¨ entonces eso fue lo que sucedió ninguna de las jóvenes parejas de Yiyiville podía concebir, resignados solo se ocuparon de sus trabajos, cinco años pasaron volando y cuando llegaron los niños llegaron a un pueblo con más oportunidades. Yiyiville salía adelante cada vez mas y lo peor es que Aretuza por así decirlo era la responsable de tanta felicidad ,Aretuza llena de ira decidió lanzar su tercer y último hechizo ¨Sin magia para que vivir, prefiero morir y Yiyiville destruir ¨ pero Aretuza había hecho malos cálculos, le quedaba muy poca magia pero la suficiente para destruir las montañas junto con ella , desde que las montañas desaparecieron Yiyiville pudo negociar con otros pueblos su economía estaba hasta el tope y en muy poco tiempo se convirtió en ciudad……..bueno esta pequeña historia nos enseña que mientras más daño queremos causar más desdichados podemos quedar.

Aquel Viejo Libro

Aquel viejo libro.
En una vieja Biblioteca se encontraba el libro más antiguo de este lugar, su pasta y sus hojas ya deterioradas, por el paso de los años y el uso de los estudiantes, se sentía cansado y viejo y aunque su sabiduría era inmensa, quería verse como los libros nuevos, sus páginas llenas de palabras de diferentes formas.

Una mañana sin querer, un niño rasgo las páginas del libro; la bibliotecaria le digo: que has hecho, dañaste el tesoro más bello de este lugar, ahora tendremos que reacer todas sus páginas; con gran tristeza el libro pensó que lo iban a cambiar por otro libro, fue tanta su tristeza que no se dio cuenta que lo iban a reparar; lo dejaron en un cesto, pensó que sus días había terminado, de pronto se lo llevaron a un cuarto con artas maquinas, observo que allí entraban libros viejos como él, y salían nuevos; de repente se vio dentro de la maquina y pensó, hasta aquí llegue yo.

Pasaron varios días, cuando de repente despertó, vio sus páginas de colores vivos y letras grandes, una pasta dura, sin querer se había convertido en uno de los libros que tanto envidiaba y a pesar de ser una edición nueva, siguió siendo el libro más importante de aquel lugar. 

miércoles, 3 de abril de 2013


La princesa de fuego

Un cuento de amor
Hubo una vez una princesa increíblemente rica, bella y sabia. Cansada de pretendientes falsos que se acercaban a ella para conseguir sus riquezas, hizo publicar que se casaría con quien le llevase el regalo más valioso, tierno y sincero a la vez. El palacio se llenó de flores y regalos de todos los tipos y colores, de cartas de amor incomparables y de poetas enamorados. Y entre todos aquellos regalos magníficos, descubrió una piedra; una simple y sucia piedra. Intrigada, hizo llamar a quien se la había regalado. A pesar de su curiosidad, mostró estar muy ofendida cuando apareció el joven, y este se explicó diciendo:
- Esa piedra representa lo más valioso que os puedo regalar, princesa: es mi corazón. Y también es sincera, porque aún no es vuestro y es duro como una piedra. Sólo cuando se llene de amor se ablandará y será más tierno que ningún otro.
El joven se marchó tranquilamente, dejando a la princesa sorprendida y atrapada. Quedó tan enamorada que llevaba consigo la piedra a todas partes, y durante meses llenó al joven de regalos y atenciones, pero su corazón seguía siendo duro como la piedra en sus manos. Desanimada, terminó por arrojar la piedra al fuego; al momento vio cómo se deshacía la arena, y de aquella piedra tosca surgía una bella figura de oro. Entonces comprendió que ella misma tendría que ser como el fuego, y transformar cuanto tocaba separando lo inútil de lo importante.
Durante los meses siguientes, la princesa se propuso cambiar en el reino, y como con la piedra, dedicó su vida, su sabiduría y sus riquezas a separar lo inútil de lo importante. Acabó con el lujo, las joyas y los excesos, y las gentes del país tuvieron comida y libros. Cuantos trataban con la princesa salían encantados por su carácter y cercanía, y su sola prensencia transmitía tal calor humano y pasión por cuanto hacía, que comenzaron a llamarla cariñosamente "La princesa de fuego".
Y como con la piedra, su fuego deshizo la dura corteza del corazón del joven, que tal y como había prometido, resultó ser tan tierno y justo que hizo feliz a la princesa hasta el fin de sus días

Los calaguarris

Cuento para no ensuciar la naturaleza
Todo el mundo sabe que la historia de nuestro planeta cambió para siempre algún tiempo después de los juegos olímpicos de Pekín. Sucedió que las costas y mares de la tierra se llenaron de una especie animal muy dañina y contaminante, parecida a un calamar, a los que se llamó "calaguarris". Los calaguarris eran numersosísimos e imposibles de atrapar, pero lo peor era que llenaban las aguas del mar de aceites, latas, papeles y todo tipo de basuras. La situación era terrible, pues el planeta se contaminó a toda velocidad, y se organizaron cazas y equipos de investigación avanzadísimos para intentar acabar con aquella plaga. Pero nadie era capaz ni siquiera de pescar un calaguarri.
Pito Pescaito fue el primero en conseguirlo. Era un niño que vivía en una pequeña aldea de pescadores y cuando enseñó su calaguarri se convirtió en el niño más famoso del mundo. A la aldea llegaron sabios, científicos y gobernantes de todas partes para estudiar aquella especie. Todo se preparó para abrir al animal, e incluso iba a ser retransmitido por televisión a todo el mundo...
Así que todo el mundo alucinó cuando al abrir el calaguarri descubrieron una minúscula nave espacial del tamaño de zapato con unos marcianitos dentro. Resultó que eran simpáticos y divertidos, y muy listos, y en muy poco tiempo estaban hablando con los gobernantes del mundo, todos muy enfadados con la actitud tan sucia y contaminante que tenían con el planeta. Así que todos esperaban una explicación para un comportamiento tan poco civilizado...
- Venimos de un planeta que iba a ser destruido - comenzaron explicando-. La tierra nos gustó tanto, que estuvimos días espiando lo que hacíais los humanos, para poder quedarnos aquí haciendo lo mismo y que fuerais felices. Por eso, al ver que plantábais latas, papeles y aceites, inventamos unas máquinas carísimas que hacían lo mismo, y escondidos en disfraces de calamar, tratamos de vivir felices y en paz. ¿Estáis contentos? ¿podemos quedarnos? por fiiii....
Los calaguarris se quedaron esparando una respuesta. Pero nadie dijo nada. Todos, hasta los que lo veían por televisión, estaban rojos de vergüenza, recordando la última vez que habían tirado un papel o un poco de aceite al suelo. Y todos los que lo vimos, seguimos recordando cómo unos inocentes marcianitos nos hicieron darnos cuenta de lo poco que cuidábamos el planeta.